La llamada Nueva Cocina es quien siembra esa confusión, y por eso mismo es llamada “la nueva Torre de Babel”. Busca el caos para poder reinar en el desorden.
¿Y qué mejor manera que atacar a la sociedad a través de sus alimentos?
Quieren confundirnos, quieren engañarnos, quieren apoderarse de nuestra razón y atrofiar nuestra inteligencia. Quieren convencernos de que el mal es el bien.
Utilizan una simple estrategia que consiste en confundir a la sociedad en sus hábitos alimenticios trastocando el orden natural de consumo.
Cómo luchar contra esta nueva dominancia, contra esta nueva tiranía: pues comiendo como se debe, volviendo al estado de armonía natural:
La verdura va en la entrada o acompañando al plato principal, la fruta en el postre y la comida en la comida. Por eso es comida. Y por eso se come.
Analicemos estos postulados:
La ensalada acompaña una comida: No es LA comida, es guarnición; es como el pan, el arroz, el puré o la salsa de tomate. Es como decir que un huevo frito es la comida: NO! Si acompaña a la hamburguesa, o si monta a caballo de la milanesa, está todo perfecto, pero si te sirven un huevo frito sólo es como ir por la calle y que te regalen el papel de un bon o bon o las frutitas del pan dulce.
Como dice Alberdi, en sus Bases: “La ensalada es noble como una correa, pero una correa sin un perro o un hamster no sirve. [...] La ensalada es la correa del asado y de la milanesa...”
La fruta va de postre, no en la comida: ¿Cuál es la necesidad de meter duraznos, naranjas y ananaes en las comidas? Si el pato está muy bien así, ¿por qué le vas a poner una naranja? Si los ravioles son ricos de por sí, por qué les vas a estar poniendo ralladuras de kiwi.
Aún cuando es puesta en orden, la fruta es la hermana menor de los postres: rezagada por panqueques, flanes y demás, queda fuera de toda competencia. Es por esto que la fruta se realiza a sí misma al desempeñar su rol esencial en licuados y jugos.
Hay que cuidarse ante la confusión reinante, que quiere cobrar vida también a través de populares frases como "igual en el estómago todo se mezcla", o cosas por el estilo.
PD: Es alarmante el avance de aberraciones del marketing tales como la “ensalada de fideos”.
5 comentarios:
Revisando... hay una excepción a la regla número uno: es el revuelto de gramajo, que es un rejunte de guarniciones que se vuelve plato fuerte. Y muy fuerte...
Muy fuerte.
Te re banco la hipótesis esta. Me rompe las pelotas esto de la "vida sana".
Contra el "igual en el estómago todo se mezcla" podes decir: ah bueno entonces comete este licuado de salamin con dulce de leche y mandarina.
Varias cosas. Primero, coincido con el deber de no mezclar fruta y comida, jamón con ananá, manzana en ensalada, ciruela en la carne... Pero hay ensaladas que son comida, esas ensaladas suculentas, surtidas, frescas... Y lo que no puedo aceptarte es la blasfemia contra Alberdi y sus Bases, de todo lo que se podía citar, ¿por qué las sagradas Bases?! jajaja. Lo de la ensalada de fideos lo dejo pasar, yo cambiaría a ensalada "con" fideos y no "de". Pero vale, una entrada muy masculina, refleja el típico razonamiento alimentario de los hombres. ¡Salud!
Luchi, el termino "suculento" no se puede predicar de una ensalada, sí de un bombón...
Y se nota que te falto leer el Epílogo de las "sagradas" Bases...
jajajaja! hacia mucho que no leia y me estoy poniendo al dia...no estoy de acuerdo con toooodo...pero te re banco con lo de nos mezclar fruta con comida...estaría bueno que veas la parte en que la Tana Ferro de "un novio para mi mujer" explica porqué odia la cocina de autor...yo tambien la odio...jajaja!!
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