martes, 23 de junio de 2009

Un Día en la Playa

Una historia, cuatro versiones. Cuatro versiones, cuatro personajes. Cuatro personajes, cuatro blogs. Cuatro blogs, cuatro amigos -¿se entiende?- Todo es Algodón + Flandorsio + The Insider + Verdadera Ficción.




AAAAAAH!! ¿¿8.43?? ¿Pero están todos locos? Ni en Melmac ni en lo de Turner me levantaban a esta hora. Y me vengo a descansar a la playa y el Doc me rompe con sus horarios de viejo loco y sus despertadores sonando a cada rato: ahí viene el segundo, yo no lo apagó ni en pedo…

Decidí seguir durmiendo un rato más, me envolví en la sábana y cerré los ojos, pero un violento salto y el ruido de un reloj destruido indicaban una nueva manía violenta del Jason… Mejor levantarse. Hice café para todos, ante la mirada atónita del Doc…

Quise ir a bañarme pero Jason me había ganado de mano. Siempre último para el baño, “dale, no jodas, siempre lo llenas de pelos, es un asco”, dicen… y si, claro, culpen al extraterrestre que es más fácil.

El olor a pan quemado que viene de la cocina llega acompañado por un torrente de insultos…

- No hay problema, Gasti, tranquilo que a mi gustan bien tostadas…

El pelado violento se toma su tiempo en la ducha, no entiendo porque, ni siquiera usa champú, se lo dije y me tiré abajo de la mesa del comedor, zafé justito del chancletazo. Me bañé rápido, de hecho, no pude terminar de cantar los últimos temas del disco de Los Sultanes por los golpazos que daban en la puerta del baño…

El Doc no permitió que me secara el pelo, después se enoja cuando le mojo el tapizado… Y ni que le arruinara el tapizado del DeLorian, este Renó Fuego dejan mucho que desear, creo que llegaríamos más rápido a la playa en mi nave rota y estrellada así como estaba…

Subimos al auto, bien apretujados, el tanque de gas y el condensador no ayudaban… El Doc lo entierra en la arena y Jason tira:

- Gato, ¿ba…

- ¿GATO? ¿¿GATO?? ¿¿QUIÉN DIJO GATO??

- ¿bajas a empujar?

Aaajjj… Otra vez lo llamaban a Gaudio… Eso empieza a ser molesto. Lo miré a Gastón con cara de hambre (las tostadas me habían llenado sólo tres estómagos) y bajé a empujar como si nada, antes de que se ponga loco. Era tarde. No terminé de cerrar la puerta y ya estaba sacado, gritando…

Desenterramos la chatarra de auto y Jason “manejó” hasta la playa. Es un maldito psicópata, en Melmac no le darían ni la licencia para prender las hornallas de la cocina

1 comentario:

Luchi dijo...

Jajaja, muy buena tu parte!!! Me mató el "y si, claro, culpen al extraterrestre que es más fácil", jajaja. Ahora me faltan otros dos, muy creativa la idea!